¿De dónde es la arepa realmente: venezolana o colombiana?

Arepa de chóclo con queso
Arepa de chóclo con queso

Las mitologías indígenas hacen referencias al maíz o a la mazorca y describen estos como una «ofrenda que los dioses hicieron a los hombres».27José de Acosta, un viajero filósofo y jesuita español en el siglo XVI, contrastó la arepa con el pan y el casabe al decir que este es “más grueso y más cálido y engendra sangre.”27​ También menciona que la arepa tiene forma “de un disco solar” y el budare es como “piedra o arcilla de sacrificio para el rito del primer pan.”27​ Pedro Ruiz de Tapia, el contador del rey en Venezuela en 1548, señala que las arepas eran racionadas al pueblo; cada indio recibía tres arepas de maíz al día para el almuerzo y la cena.24

Tradicionalmente, la preparación de arepas era realizada por las mujeres.28​ En primer lugar, remojaban los granos de maíz, quitaban los cascos de los granos y molían los granos hasta hacer harina. Luego, la harina era mezclada con agua para crear una masa. Con la masa se amasaban bolas, las cuales eran aplanadas y cocidas hasta que el exterior de la masa estaba cocido. Para preparar arepas las mujeres metates para moler y triturar el maíz y budares (parrillas de barro cocido) para cocinar las arepas.29​ Las arepas tenían un 1,5 cm de grosor y 10 cm de diámetro y un peso de unos 250 gramos.30

Tanto en Colombia como en Venezuela le llaman «arepa» a una masa redonda hecha con maíz. Para muchos dentro de estos territorios, es un alimento indispensable.  No es la única masa redonda hecha con harina de maíz que se consume en América Latina. De hecho, existen más variedades que reciben otros nombres, como las gorditas en México o las pupusas en El Salvador. Pero si colombianos y venezolanos se reúnen y en la conversación surge de dónde proviene la arepa, hay que prepararse para una discusión caldeada y llena de argumentos.

«La arepa es como el pan en Venezuela», dirá uno. «Pero es que la arepa original es de Colombia, sin relleno», dirá el otro.. Sea de donde sea la Arepa, nos trae el mejor recuerdo atado a un estrecho vinculo entre Colombianos y Venezolanos

Lo cierto es que este producto se consume ampliamente en ambos países, y es muy probable que pocos venezolanos o colombianos le digan que no «a una arepita».

La arepa ya era preparada y consumida por los aborígenes en tiempos precolombinos en los actuales territorios de Colombia y Venezuela.24​ Las costumbres alimentarias indígenas son vistas en platos criollos basados en maíz como la arepa.25

La preparación de la arepa por estos pueblos fue resultado natural de la producción del maíz. El maíz era un elemento importante en la dieta de los indígenas. En estas regiones, se cultivaban diversas variedades de maíz; en el territorio actual de Venezuela, las tribus cultivaban nueve tipos de maíz “blanco, para asar, blanco y negro, maíz largo, color ceniza, y el llamado por los españoles maíz cariaco, mientras que los cumanagotos lo llamaban erepa.”26

Cómo llegó el café a Colombia

El café es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua.

Todo comenzó siglos atrás en África, exactamente en Etiopía, donde el café inicialmente se consumía en infusiones o masticando sus hojas, pero fueron los árabes los responsables de su expansión, primero por todo el mundo árabe llegando a Turquía en 1554. En el siglo XVII entró a Europa por el puerto de Venecia y se expandió por el continente para finalmente llegar a América hacia el siglo XVIII. Los responsables de esta expansión por nuevos continentes fueron los holandeses que no querían depender más de los árabes. Fue así como a principios del siglo XVIII Holanda lideraba la producción mundial de café.

Una de las teorías sobre cómo llegó el café a Latinoamérica es que fueron los holandeses quienes lo introdujeron por lo que hoy es Surinam y luego los franceses a principios del siglo XVIII lo llevaron a Colombia y Brasil. Para el siglo XIX se había convertido en un cultivo de gran importancia, en lo que también influyó que a mediados de ese siglo la roya del cafeto, atacó los cultivos de Ceilán, hoy Sri Lanka, quienes en aquel momento eran los principales productores de café.

Son 300 años de historia llenos de constantes aprendizajes, siempre poniéndole trabajo y pasión para ser hoy el mejor café suave del mundo.

El café en Colombia, tiene alrededor de 300 años de historia desde que los jesuitas lo trajeron en el siglo XVIII. En el año 1835 se exportaban los primeros sacos producidos en la zona oriental, desde la aduana de Cúcuta.  Cuenta una leyenda que el aumento de producción de café en Colombia fue gracias al sacerdote jesuita Francisco Romero en un pueblo de Santander llamado Salazar de las Palmas. Cuando sus fieles se confesaban, el sacerdote les imponía como penitencia para redimir sus culpas, sembrar café. Gracias a esto se dice que la producción de café empezó a expandirse a otros departamentos y para 1850 había llegado a Cundinamarca, Antioquia y Caldas.

Para finales del siglo XIX la producción había pasado de 60.000 sacos a más 600.000 -aclarando que la mayor parte de esta producción era de las fincas de grandes hacendados- y para finales del siglo XIX el café ya era el principal producto de exportación por el que Colombia recibía divisas.

La transición del siglo XIX al XX trajo consigo una gran caída de los precios internacionales y por consiguiente una crisis para los hacendados que cambió por completo el panorama. Esto favoreció a los pequeños productores que venían creciendo y el liderazgo del desarrollo cafetero se trasladó a la zona Occidental.

En 1927 se crea la Federación Nacional de Cafeteros que se encargó de agremiar a los caficultores para representarlos y velar por sus derechos.  En 1938 nace el centro de investigaciones, CENICAFÉ, responsable de logros como la variedad Castillo resistente a plagas como la roya.
En 1959 ocurren dos hechos importantes: nace el personaje de Juan Valdez y se abre la oficina de Café de Colombia en Tokio, logrando que hoy en día Japón sea el segundo consumidor de Café de Colombia en el mundo.

En 1984 se crea el sello distintivo de Café de Colombia que lo identifica en todos los rincones del mundo.